Viajar es un placer.
Te topas con sitios preciosos como Montenegro, a explorar sobre todo la zona del interior y la de Kotor. Además, aumentas el vocabulario de inglés, como "Coffee money", y descubres la pasión de los policías por tomar café; es una autentica cultura la de tomar café aquí.
Te topas con sitios preciosos como Montenegro, a explorar sobre todo la zona del interior y la de Kotor. Además, aumentas el vocabulario de inglés, como "Coffee money", y descubres la pasión de los policías por tomar café; es una autentica cultura la de tomar café aquí.
Vaya de antemano que nunca tomo café, no solo no me gusta sino que el médico me prohibe tomar café al igual que la Coca-Cola. A cambio, me recomendó el wishky como bebida más saludable para ir de copas. Misterios de la ciencia médica. (Advierto que aunque me lo pidais, no facilito la dirección de mi médico, aunque os gusten sus tratamientos).
Literalmente significa "dinero para el café", o algo similar. En mi primera visita me pararon un lunes a las 10 de la noche, cerca de Kotor. Según el radar, de los portátiles, iba a 66 km/h por una zona limitada a 50 km/h. Dos datos a tener en cuenta:
- Los controles de velocidad en Montenegro, Albania o Kosovo no se encuentran en los lugares más peligrosos, sino donde puedan pillar sin ser vistos. En el caso de Montenegro he llegado a ver controles cada 30 kilómetros, así que mejor no relajarse.
- Usan unos rádares portátiles, láser, parecidas a las cámaras de VHS de hace 20 años. El aparato imprime un tícket sin foto ni nada, por lo que tampoco sería difícil colocar otro tícket anterior. Me gustaría saber además cuando fue la última vez que los calibraron.
Tras enseñarme el papelito, el policía me dice que se queda con mi pasaporte hasta que vaya al banco a pagar la multa. Ya empezamos mal. El pasaporte nadie te lo pueden requisar, salvo la autoridad española. El pasaporte deja bien claro que la propiedad del documento es del estado español, por lo que si un policía extranjero se apropia de tu pasaporte, está secuestrando una propiedad del estado español: conflicto diplomático asegurado.
Así que le dije que me dijera dónde había un banco para ir a pagar la multa (30 euros), contestándome que ya estaban todos cerrados. Como el día siguiente era festivo, tampoco podía pagar al día siguiente. El asunto tenía peor pinta cada vez. No caí en la cuenta que aun no había empezado a escribir la denuncia.
Tras unos minutos, en su escaso inglés me dice: "Minimal 10 euros", que todo olvidado y que me callara. Así que me dió el pasaporte para que metiera dentro un billete de 10 euros, se lo devolví, se quedó con el dinero y se acabó.
La primera vez en mi vida que había pagado un soborno.
La segunda vez que pasé por Montenegro, me pararon en la frontera. Según la agente, la "Green card" del coche de alquiler no valía para Montenegro, decía, por lo que no podía entrar con coche. En el anterior viaje en la frontera no tuve problemas con la documentación del coche, por lo que me empezó a oler a chamusquina. Cierto es que en la Green Card no aparecía Montenegro, pero en el país Serbia había una nota que dice que la República de Montenegro se considera cubierta. La agente me dice, que como opción a volverme a Belgrado a arreglar la Green Card, pedía "Coffe money".
Ya salió, otra vez. Pedí a la agente consultar por teléfono a mi agencia de seguro o a la embajada española, y me dijo que no era posible usar ni cámaras ni teléfonos en la frontera. Tenía prisa para llegar a mi destino, así que la pedí que me escribiera en un papel la cantidad. Me dijo que había cámaras, así que con los dedos me mostró un 2 y un cero.
A partir de ahí, seguimos el procedimiento estándar: ella me dió el pasaporte, metí los 20 euros dentro del pasaporte, ella recogió el pasaporte otra vez y me lo devolvió sin el Coffee money.
Se lo comenté a un montenegrino, y nos echamos unas risas. Me contó que a un conocido le paró la policía, que le pidió "Tomar un café". Muy educadamente le respondió que lo sentía, pero que no le gustaba el café. El policía insistió: "No, no, que a mi me gusta". "Gracias", respondió el otro, "pero llevo prisa y no puedo tomar café con usted". El policía, harto, le soltó: "Que me des a mi el dinero para que me tome el café".
Se quejaba recientemente el gobierno de Montenegro porque en una revista del gobierno americano aparecían como "Estado mafioso". Yo por si acaso no pienso volver por allí por bastante tiempo, pues de dos veces que he ido, dos veces que he tenido que repartir "Coffee money".
Ja ja ja, pues podíamos haber ido a tomarlo con ella, andábamos bien de tiempo. A cambio vimos un paisaje espectacular.
ResponderEliminarNo te cierres, la próxima te vas a tomarlo y ya está.
Fer, creo que Al Capone al principio tampoco veía bien los sobornos... y luego como que le fue cogiendo el gustillo... Pero supongo que sea una leyenda urbana... :-). No era Pedja Mijatovic montenegrino? No... si siempre me parecio que tenía cara de mafiosillo... Eso sí, que bueno era!!!!
ResponderEliminareso es una maravilla de experiencias, una formación personal de calibre mayúsculo y una puesta al día y aprendizaje para salir de todo, que no se paga con nada.
ResponderEliminarbs