domingo, 27 de noviembre de 2011

Una extraña semana

Hay que reconocer que esta semana ha sido bastante emocionante.

La semana pasada por fin abrieron a la circulación el principal cruce de entrada a Pristina, por donde paso a diario. Han llevado un ritmo increíblemente lento. Los atascos eran tremendos, casi una hora diaria perdida en ese punto. Ya tocaba olvidar los atascos, pensé. Infeliz de mi. Nada más acabar han vuelto a hacer agujeros en la calzada, y como siempre primero levantan todo y luego, poco a poco, van tapando los agujeros. El problema era que dichos agujeros, por supuesto sin señalizar, no los tenía en mi mapa mental de agujeros en calzadas de Pristina, así que el primer día pasé con cierta velocidad por encima de uno. Afortunadamente el coche que llevo es alto,  que si no, quien sabe.

El martes llovió un poco -por fin- y por la mañana, camino del trabajo, el coche que iba delante de mi da un volantazo y se mete por carril contrario; pensé, "Ese tipo está como una chot..." No me dió tiempo a terminar, porque tuve que hacer lo mismo. Durante la noche había desaparecido la tapa de la alcantarilla situada en mitad de la calzada, y alguien para señalizar el peligro había colocado una papelera metálica en el agujero. El resto de la semana, una vez actualizado mi mapa mental de alcantarillas sin tapa y con papeleras encima,  no he tenido problemas en sortear el peligro. El único cambio ha sido añadir una segunda papelera en la alcantarilla, así que sin problemas. Hoy domingo la situación es diferente: ya han quitado la segunda papelera; la primera yace en el fondo de la arqueta, aplastada, y por supuesto la tapa sigue sin aparecer ni hay sustituta por el momento.

A principio de semana se metió un ratón en la oficina, y una de mis compañeras estaba, por decirlo de alguna manera, ligeramente alterada; una fría mañana la encontré fuera de la oficina, con la puerta  abierta, pues se encontraba sola y había oído al ratón moverse. Compré una trampa, la montamos y al día siguiente comprobamos que el maldito roedor se había zampado el cebo pero la trampa no había actuado. Modifiqué la trampa, con algo de celo, y a la mañana comprobamos que esta vez había caido. Como mi compañera llegó la primera, llamó a los de seguridad para que reiraran al pobre ratoncito. Ahora soy su héroe raticida.

Para rematar la semana, el viernes los periódicos locales anuncian que el próximo lunes será fiesta, por haberlo decidido el Gobierno. A esto lo llamo yo previsión: un jueves el Gobierno decide que el siguiente lunes se va a celebrar la Independencia del Imperio Otomano, allá por 1.912. En ese año, tras la Primera Guerra de los Balcanes el Imperio Otomano perdió todos sus territorios europeos excepto Constantinopla y alrededores. En realidad el territorio de la actual Kosovo quedó en manos de los serbios, salvo Metohija que fue anexionado por el Reino de Montenegro. Luego siguieron sacudiéndose durante muchos años, y así hasta hoy.

Que conste que no me quejo, al contrario, estoy encantado. Desde que estoy aquí he perdido un montón de días festivos, así que al menos celebraré este.

1 comentario:

  1. No te pienses que eso solo pasa en Pristina, en mi ciudad, plan E incluido,ocurre lo mismo.
    Hoy arreglan la calle, mañana tenemos socabón y este permanece así hasta próximo plan E.
    Y lo mismo pasa con los jardines, aceras, plantas, jardineras etc.
    Pero aún así lo que mas me maravilla de Pristina son los abrigos de los coches-furgoneta. Esa ideal es genial.
    Cuando esten a 20º bajo cero que les pondrán? ja, ja, ja.

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