domingo, 10 de marzo de 2013

Un viaje a Estambul (y 2)

Retomo la entrada de Un viaje Estambul 1. Sales del aeropuerto y te metes en una de las autovías que cruzan la ciudad.

Le digo al conductor que me ha parecido ver a un policía con gorrito de dormir en el margen de la carretera ¿efecto secundario del viaje?. No, me confirma que los policías de tráfico turcos llevan gorritos blancos en la cabeza. Y algo dormidos están, porque a pesar de que había una pareja cada pocos kilómetros, las normas de circulación o no son las mismas que en España, o los conductores no se las conocen. Ejemplo, el otro día me comentaban, riéndose, un par de turcos que los conductores de los autobuses de Estambul son conocidos por fumar y hablar por teléfono móvil mientras conducen con las rodillas. Unos crack.


Llegamos al hotel. Primero pasamos por el arco detector. Si, la obsesión por la seguridad se palpa por todos los sitios. Todos los grandes establecimientos públicos tienen detector de metales en la entrada, y por ejemplo en el aeropuerto Atatürk hay que pasar 2 controles de seguridad; como este último está saturada, el que quiera coger un avión allá debe llegar al aeropuerto mínimo dos horas antes, para llegar justo al embarque. Los policías llevan armas grandes, no una simple pistolita, y el dedo lo tienen puesto en el gatillo. Te miran muy sonrientes, pero yo paso rápido rezando para que no les afecte el Parkinson.

Me llamó la atención de Estambul la cantidad de perros y gatos que vagan sin temor por las calles. La gente les alimenta y los respeta y, ciertamente, tampoco vi restaurantes chinos.

Restos de la muralla de Bizancio.

Como santanderino, la parte más bonita de Estambul me pareció la del Mar de Mármara. No lo puedo evitar, soy un enamorado de la mar. Estambul agobia por la cantidad de casas acumuladas aparentemente sin fin, y este mar interior es como un oasis rodeado del desierto de la ciudad. Una gran cantidad de barcos esperaba pacientemente su turno para pasar el estrecho del Bósforo, que les llevará al Mar Negro.

Barcos fondeados, en el Mar de Mármara a la espera de pasar al Mar Negro.
La entrada al Bósforo, desde Mármara.

Asia a un lado (izda), al otro Europa, y allá a su frente Estam... digo, el Mar de Mármara.
 
No esperéis hacer dieta en Estambul, si vais con turcos; Comen y beben a todas las horas. La comida me gustó, compuesta por muchos platitos con diferentes salsas, vegetales... todo muy especiado. Tienen diferentes estilos, pues Turquía es muy grande, está formada por diversas regiones. Hay mundo más allá del döner kebab. Lo del te y café pienso que es una especie de adicción, en cuanto llegas a un sitio tras el saludo enseguida te ofrecen uno. Solo espero que sea saludable.

Tomando café turco. Como veis no exagero al hablar de barriguitas.
Y llegó el momento de regresar. Llegué al aeropuerto con dos horas de antelación. En uno de los controles del aeropuerto me tocó una familia de la península arábiga, no recuerdo el nombre del país. El marido era un tipo digamos de buen comer, de muy buen comer. Abría la expedición portando en las dos manos los pasaportes de su familia, y en la retaguardia del grupo su hermano, ambos vestidos con pantalones vaqueros y gafas de sol (¡dentro del aeropuerto!). En medio, las cuatro esposas y respectivos hijos, ellas vestidas de riguroso negro desde la nariz a la planta del pie; solo se les veía los ojos. El policía recibió los pasaportes, y con cara de circunstancias intentó averiguar a quién correspondía cada pasaporte. Mandó pasar primero a los dos varones y a dos de las esposas. Una de las niñas, de unos 4 años de edad, empezó a llorar porque quería ir con su madre. Otro de los niños pasaba y regresaba de un lado a otro. El policía, tras intentar conocer infructuosamente de quién era cada pasaporte, decidió que era mejor comprobar que el número de miembros del grupo correspondía con el número de pasaportes, y por fin lograron pasar. Llegué al embarque corriendo, cuando los altavoces se estaban cansando de indicar el último aviso para  los pasajeros de mi vuelo.

Adiós Estambul, volveré para conocerte más pausadamente.

3 comentarios:

  1. Que divertido!!!
    Las fotos divinisimasssss, es decir muy bonitas.
    Los barcos esperando a pasar el estrecho es la misma imagen que en el Mediterráneo para pasar al Atlántico, es decir en el estrecho de Gibraltar.
    También me entusiasmó verlos esperando a un lado para pasar y Africa al fondo...

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  2. Las fotos (vislumbro que están obtnidas des coche en marcha)excelentes, pero sobre todas destaca el atardecer de cielo-mar de
    la "Asia a un lado .....; no puedo remediarlo: mi chafla el cielo, sea de noche o de día, atardeceres como amaneceres nuboso o con borregitos.... Muy buena la escena de la famila arábica. Juanestella.

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  3. Las Las fotos (vislumbro que están obtnidas desde coche en marcha) excelentes, pero sobre todas destaco el atardecer de cielo-mar de la "Asia a un lado ....."; no puedo remediarlo: me chifla el cielo, sea de noche o de día, atardeceres como amaneceres, nuboso o con borregitos.... Muy buena la escena de la famila arábica en el control del aeropuerto.
    Repito como corrección del anterior; yo no sé como borralo... Juanestella

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