jueves, 9 de enero de 2014

De vuelta, a las andadas

Ya estoy de vuelta. Poco han cambiado las cosas. Me decía K que hay que dar tiempo al tiempo, pero uno no puede dejar de rebelarse ante ciertos sucesos.

Año nuevo. La gente celebra la ocasión. Disparos al aire, alegría. Todo lo que sube, baja; las balas también. En Pej una mujer contempla el estruendo desde su balcón. Cae muerta. La bala le atravesó de arriba a abajo.

Ayer un niño de 14 años estaba jugando cerca de un colegio. No era alumno del colegio; estaba de visita en Pristina, pues él vivía en Suiza. Hasta aquí todo parece habitual.

Su familia tenía un conflicto con otra familia por un asunto respecto a una propiedad. Ahora viene lo irreal, lo estúpido, lo alucinante. Su padre y uno de sus hermanos están en la cárcel, por haber matado a un varón de la otra familia, por una deuda de sangre (Ver entrada). La otra familia se ha cobrado venganza: hoy este niño de 14 años está muerto, a balazos. Otro niño, alumno del colegio cercano al tiroteo, ha resultado herido, por accidente, en la misma acción.

Descansen en paz.

2 comentarios:

  1. Terrible!
    Y lo peor de todo es que, aún a pasar de que todos pensamos lo mismo cuando pasan estas cosas, a diario ocurren actos y acciones desgraciados y que desgracian a las personas.
    No aprendemos y la historia nos lo enseña!
    Hasta pronto

    ResponderEliminar