domingo, 8 de diciembre de 2013

Un día en Prizren

Domingo. Me levanto a las 7 de le mañana. Esto me gusta -tanto lo de domingo como lo de madrugar-, soy de tendencias de alondra más que de murciélago. En otros tiempos... pero ya pasaron. Así que cojo el coche y marcho a Prizren, donde desde hace dos meses trabaja mi amigo K.


Prizren tiene su encanto. Fue el antiguo centro del Vilayato otomano, por lo que tiene muchos edificios de esa época, mezquitas y hamam incluidos. Fue en Prizren donde en 1878 se reunieron los jefes de los clanes albaneses para organizarse en la llamada "Liga de Prizren", intentando liberarse del yugo otomano: para hacerse una idea, en aquella época el imperio prohibía la formación en las escuelas en albanés, de manera que solo las clases dirigentes, pro otomanas y que hablaban turco, tenían acceso a una educación.

Subida al castillo
Mezquita de Sinan Pasha.
Pero no solo tiene restos otomanos. También aquí están dos iglesias ortodoxas dignas de visitar. Una de ellas es la Iglesia Catedral de la Santa Virgen de Ljevish, uno de los cuatro monumentos Patrimonio de la Humanidad de la Unesco existentes en Kosovo. Durante el imperio otomano fue convertida en mezquita, por lo que los frescos fueron bastantes dañados o cubiertos de escayola. Desgraciadamente, durante los tumultos de 2004 fue quemada.

Más arriba, en la ladera del promontorio donde se sitúa el castillo, se encuentra la Iglesia de la Santa Salvación, también quemada durante los tumultos del año 2004.

Interior de la Iglesia. La capilla de la derecha es de reciente reconstrucción.

Interior quemado, sin restaurar, de la capilla de la derecha.

Cansado de tanta violencia y estupidez, me bajé junto al río, a comer y luego a tomar algo con K. 

La subida al castillo y el paseo que hay detrás tendrá que esperar a otra ocasión, cuando haya menos hielo y no me juegue una caída.

El ambiente bullicioso, y a pesar de la fría temperatura no pudimos encontrar una mesa libre en una terraza, donde K pudiera fumar. Nos metimos en un local con vistas al río.



Me gustó hablar con K; ha vivido en Italia, y le ha cogido gusto al ambiente y manera de relacionarse latino, tan diferente al formalista de Kosovo. Pero no por ello es un tipo pesimista, me quedé con su idea de que para cambiar una mentalidad tan cerrada en las relaciones personales como la kosovar se necesita tiempo, y por ahora solo han pasado 15 años desde aquella terrible guerra y periodo previo de represión nacionalista serbia.

Me despedí de él. Está contento en Prizren; no me extraña. ¿Quién no se deja querer por un sitio con todo este ambiente en la calle, el aire puro y la vista de las montañas nevadas, cercanas?.

Puente sobre el río Bistrica.


1 comentario:

  1. Me encanta la última fotografía. Los ríos, los puentes y las montañas son una buena combinación fotográfica para mí. La tercera también me gusta mucho. Bueno, supongo que estás aprovechando los últimos coletazos. Disfruta lo que te queda.

    ResponderEliminar