Wunderland Hamburg 2

Tenía pendiente terminar la entrada del viaje a Hamburgo. "De hoy no pasa", me he prometido. Y aquí está. Espero que por las fotos la ciudad os guste tanto como a mi.

Si soy sincero no esperaba mucho de Hamburgo. Como ciudad industrial, durante la Segunda Guerra Mundial fue intensamente bombardeada. Se calcula que en la operación Gomorra unas 35 000 personas murieron, 125 000 resultaron heridas y barrios enteros de la ciudad quedaron demolidos a consecuencia de los bombardeos aéreos.

La mejor manera de conocer Hamburgo es sacarse la Hamburg Card, que además de poder utilizar los transportes públicos, tienes descuentos en restaurantes, museos, paseos en barco, etc. Nosotros sacamos la de grupo de tres días, pues para dos ya sale más rentable que dos individuales.

Vista de parte del puerto de Hamburgo desde la Iglesia de San Miguel, visita obligada.

Los transportes públicos funcionan muy bien, y con la tarjeta te permite ir tanto en tren-metro, como en autobús e incluso en algunos barcos por el Elba. Aunque no hay barreras, de vez en cuando grupos de inspectores recorren la red solicitando billetes. El grupo que me tocó estaba formado por un alemanote (2 x 2 m) con pinta de haber salido de algún grupo de fuerzas especiales, otro más grande aun pero gordito que debía hacer los papeles de fuerza de choque -se colocó a nuestras espaldas en cuanto tardamos un poco en sacar la tarjeta- y un tercero similar al primero. Vamos, como para pensar en salir corriendo.

Estación del tren-metro

La primera sorpresa fue comprobar que los dos ríos que surcan la ciudad, el gran Elba y el elegante Alster, se encontraban completamente congelados. Desde el muelle junto al nuevo edificio de la Ópera sale un barco que recorre gran parte del puerto de Hamburgo. Las vistas son espectaculares. A nosotros nos tocó navegar partiendo placas de hielos; como ir en el Titanic pero sin necesidad de irse a pique.

El Alster desemboca en el Elba a través de pequeños canales, a modo de calles por el centro de la ciudad, cerca del Ayuntamiento. Antes forma dos lagos, que supongo en verano estarán preciosos, pero en invierno el frío era considerable. Por la orilla los alemanotes y alemanotas haciendo deporte, en bici o a pata. Grande su mérito, por el riesgo de congelamiento.

Prohibido arrojar anclas al canal. ¿O tal vez son paraguas?

Otra de las sorpresas fueron los edificios; como podeis ver en las fotos, para todos los gustos. ¿o no?. Los antiguos muelles los están rehabilitando, quedando el área como visita obligada.

 

Cuartel de bomberos

Existe una colonia de españoles, bastante numerosa. Se agrupan en un local en el centro de Hamburgo, Misión Holzdamm , junto a otras personas de habla hispana. Pasamos por allí a saludar, y participar en la fiesta de Carnaval que celebraban.

Tras tanto tiempo sin ver españoles, se agradeció su acogida.